En muchas ocasiones no sabemos que tipo de cabello tenemos y a veces es porque los productos que utilizamos para su cuidado, lo anulan.
En los próximos post, vamos a hablar de ello, uno por uno.
Guía para identificar tu tipo de cabello y cuidarlo como se merece.
Identificar
los tipos de cabello que existen y cuál se asemeja más al tuyo es la mejor
forma de empezar a mimarlo y darle cariño.
Empecemos con una verdad que a veces no nos lo creemos: 😍todos los
tipos de cabello son muy bonitos. Aunque el tuyo te parezca aburrido o, por el
contrario, indomable; aunque simule adquirir vida propia en un clima
ligeramente más húmedo de lo normal; o aunque desafíe dramáticamente lo que
otras personas definen como envidiable. Nada de eso importa.
Ya sea rizado o lacio, fino o
grueso, largo o corto, opaco o brillante, tu pelo merece respeto. Aprender a
identificar su patrón, porosidad, densidad y necesidades es una manifestación de
amor propio —o, por lo menos, la única manera de comenzar a aceptar tu melena
en su estado original.
¿Qué son los tipos de cabello y cómo se determinan?
Es el patrón que este sigue. La
clasificación se realiza con base en la ondulación de las hebras. Tu pelo puede
ser lacio, ondulado, rizado o crespo, según la forma de tus folículos capilares.
Los folículos del cabello lacio son redondos. Entre más ovalados o asimétricos
sean, más rizada será tu melena.
Ahora bien, los tipos de cabello
están determinados por la genética. Puedes modificar el patrón mediante
procedimientos químicos —como la permanente o el alisado— o el uso de herramientas térmicas.
También es posible que este cambie debido a alteraciones hormonales o el consumo de ciertos
medicamentos. Sin embargo, tu patrón siempre estará en tu ADN y, cada vez, que
tu melena concluye su ciclo de crecimiento, estas características hereditarias
se reafirman.
¿Cuáles son los tipos de cabello?
- Lacio o tipo uno.
- Ondulado o tipo dos.
- Rizado o tipo tres.
- Crespo o tipo cuatro.
A su vez, estos tipos de cabello se
dividen en subcategorías —señaladas con letras—, con base en la estrechez o
soltura de los rizos y su grosor. Para este último, toma un cabello entre
dedos. Si lo sientes, tu pelo tiene un diámetro moderado; si no alcanzas a
percibirlo, es fino y seguramente es más frágil; y si lo sientes como si fuera
un hilo, es grueso, por lo que tiende al encrespamiento.
Puede parecer simple pero, como la
mayoría de los intentos por definir las características humanas, no lo es. Si,
por ejemplo, tu melena es lacia en la raíz pero ondulada en los extremos, la
clasificación podría resultar más compleja. La clave es entender qué necesita
cada tipo para peinarlo de manera adecuada y mantenerlo saludable.
Empecemos por el tipo uno.
Tipo uno: lacio.El cabello
lacio requiere de muy poco para lucir ordenado. Sin embargo, no debes escatimar
en su mantenimiento.
Este tipo de cabello no tiene rizos
naturales. Las hebras pueden ser finas o gruesas, pero, invariablemente, caen
rectas desde la raíz hasta la punta. Es el que suele reflejar más la luz y
también el más resistente.
Es ideal lavarlo con frecuencia para
evitar el exceso de sebo. Elige champús ligeros, sin sales ni aceites pesados. Puedes
usar algún producto para controlar el frizz, que es muy común en este tipo de cabellos.
Al pelo lacio no le durarán muchos
los rizos, pero es ideal para los peinados recogidos y las trenzas. Experimenta con peinados en
cascada, para crear efectos de movimiento.
Tipo 1A
El cabello es delgado y poco
voluminoso. En muchas ocasiones resulta graso.
Consejos: Aplicar peeling Détox para
limpiar poros. Champús enriquecidos con frutas y también es seco para conseguir
más volumen y alargar los lavados. Nada de mantecas. Los acondicionadores lo
usaremos de medios a puntas. Se pueden aplicar living pero con enjuagues y
protectores térmicos para las altas temperaturas.
Tipo 1B
Es medianamente grueso y sus raíces
mantienen un volumen suficiente.
Consejos: Igual que el tipo 1ª.
Tipo 1C
Se caracteriza por ser resistente y
grueso, lo cual implica que se encrespa con facilidad.
Consejos: Tratamientos
disciplinantes o de queratina para bajar volumen, ya que son pelos muy duros y
difícil de controlarlos. Para peinarlos, usar cremas de peinado, que se
controlan mejor y protector térmico.
La semana que viene Tipo 2
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